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¿Está lista tu organización para la segunda pandemia?

Por Dr. Angel J. Sierra Alemán

Desde octubre 2020 la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés) ha realizado estudios para medir el estrés y bienestar de las personas y advirtieron de una segunda pandemia que persistirá aun luego de que la amenaza del COVID-19 se haya disipado.


En su investigación más reciente[1] realizada en febrero 2021, se constata que efectivamente la salud física y psicológica de los encuestados ha empeorado, en parte por la falta de destrezas para afrontar el estrés y la ansiedad. Además, muchas personas reportaron incrementos en su consumo de alcohol para manejar su estrés. Entre otras cosas el estudio explica que desde que la pandemia comenzó:


· El 61% de los adultos han sufrido cambios de peso indeseables.

· Dos de cada tres personas duermen más o menos de lo que desean.

· Un 47% de las personas han atrasado o cancelado sus servicios de salud.

· Un 48% de los padres ha reportado que sus niveles de estrés han aumentado significativamente.

· Los trabajadores esenciales tienen el doble de probabilidad de desarrollar condiciones de salud mental.

· La mayoría de las personas reportaron altos sentimiento de preocupación sobre el futuro, en especial los grupos minoritarios (negros, hispanos, asiáticos, etc.).

· La generación Z (jóvenes de 18 a 23 años) son lo que más han reportado que su salud mental ha empeorado.


Ante este contexto y nueva realidad que los expertos han descrito como VICA (volátil, de incertidumbre, compleja y ambigua), las organizaciones deben evaluar medidas de prevención, intervención y recuperación. Sin duda alguna, ahora que nuestros trabajadores se presentan (presencial o virtualmente) a trabajar bajo una nueva realidad, los patronos deben crear programas que fomenten la salud y el bienestar de sus empleados. De esta manera podrán evitar las consecuencias que traen las tardanzas, ausencias, días por enfermedad, renuncias, primas elevadas de salud, baja productividad y accidentes laborales, entre otros.


Si en tu organización desean estar preparados para enfrentar la segunda pandemia, aquí te presento algunas ideas sobre lo que se puede realizar a nivel primario (prevención), secundario (intervención) y terciario (recuperación).


Nivel Primario: Estrategias de Prevención

· Talleres educativos. Aunque debemos ser cuidadosos en seleccionar proveedores con el conocimiento adecuado, los talleres son recursos útiles para educar a los trabajadores sobre las diferentes herramientas que pueden utilizar para manejar el estrés, la ansiedad, las emociones, sus finanzas, salud y fomentar su desarrollo como profesionales. Es importante aclarar que los talleres no deben ser utilizados como medida de solución de conflictos internos ya que muchas veces no llegan a la causa de problema para solucionarlo y sus efectos “positivos” se disipan en pocos días.

· Recursos de salud. Existen organizaciones sin fines de lucro que visitan las empresas para realizar pruebas o ferias de salud a empleados. También pudieran buscar médicos que visiten los predios o saquen un tiempo especial para recibir a los miembros de la organización. En la actualidad se pueden conseguir -libre de costo para la empresa-, nutricionistas, entrenadores, psicólogos y consejeros, entre otros profesionales o servicios.

· Políticas o servicios de apoyo a la vida de los trabajadores, acorde con las operaciones. Aunque esta opción va a depender de la naturaleza de la empresa, se pueden considerar políticas de horarios de trabajo flexible, cuido de niños en los predios de la empresa, incentivos por gastos personales de servicios de agua, luz, teléfono, internet (en especial con los trabajadores a distancia) y permitir el cambio de turnos de trabajo entre empleados. Para esto se puede usar la creatividad, por ejemplo, conozco casos de patronos que convencieron a dueños de colmados a abrir unas horas exclusivas para que los empleados de su empresa realicen sus compras del hogar.


Nivel Secundario: Estrategias de Intervención

· Programas de ayuda y desarrollo de empleados. Hoy más que nunca se hacen necesarios los PAE (Programas de Ayuda al Empleado) que proveen servicios de psicología y consejería a empleados y familiares. En la actualidad estos programas deben evolucionar a incorporar aspectos de desarrollo y crecimiento de los empleados (adiestramientos, mediaciones de conflictos, coachings, mentorías), esto proveerá herramientas de profesionales que pueden intervenir con los trabajadores al momento en que surge alguna necesidad.

· Coberturas, seguros o planes de salud. El mercado de servicios de salud ofrece diferentes opciones para no dejar a los trabajadores de una organización desprovistos de servicios de salud. Inclusive hay opciones para las PyMEs (Pequeñas y Medianas Empresas) y sus trabajadores. Además de ser importante para el manejo de la pandemia, estos servicios se harán mas necesarios cuando aquellas condiciones de salud que no se atendieron por la pandemia generen consecuencias mayores.

· Proyectos de cambio y transformación. Con la ayuda de los profesionales adecuados, se puede desarrollar una diversidad de proyectos dirigidos a trabajar directamente con las “enfermedades” de la empresa. Independientemente del proyecto que se vaya a realizar, recuerda que en la mayoría de las ocasiones (por no decir todas) hay que trabajar con esos seres humanos que son los que deben realizar los cambios y esos son los procesos de mayor desafío. Para esto recomiendo profesionales como los psicólogos industriales organizacionales, expertos en el manejo de la conducta humana en el trabajo.


Nivel Terciario: Estrategias de Recuperación

· Rediseño laboral. Conociendo ya los efectos de la pandemia en el mundo laboral, debemos preguntarnos: ¿qué cosas de nuestro diseño organizacional podemos cambiar para ajustarnos a la nueva normalidad? Muchas empresas han cambiado las estructuras de sus oficinas sin asignar escritorios, otras han elegido dejar a los trabajadores en los hogares y disminuir sus espacios, algunas han realizado cambios en su estructura organizacional para reflejar procesos más horizontales y de colaboración, eliminando las jerarquías. Al final del día estos cambios son de beneficio económico para la empresa y de mayor bienestar para los trabajadores.

· Una verdadera política de puertas abiertas. En momentos como este los líderes deben estar más disponibles para todos los trabajadores. Resulta crucial escuchar sus necesidades, opiniones, reacciones, ideas y sugerencias para afrontar estos nuevos retos como equipo. Esto es parte de fomentar la transparencia, generar un ambiente de confianza y conocer las diferentes perspectivas de lo que se atraviesa en la empresa.

· Seguimiento, continuidad y agilidad. Muchas de las iniciativas o proyectos de mejora que se realizan en las organizaciones no dan resultados positivos debido a la falta de seguimiento y a la pobre agilidad de reaccionar a tiempo y realizar los ajustes pertinentes. Si deseamos recuperarnos de los efectos de la pandemia (a nivel personal, organizacional o de país) no podemos abandonar aquellas iniciativas de mejoramiento y crecimiento que se implementaron.


Por último, es importante recordar que muchos de nuestros trabajadores están pasando por momentos sumamente retantes en sus vidas y requieren de mucha empatía y compasión. El apoyo, servicio u oportunidades que reciben en su organización puede marcar una diferencia significativa en su salud y vida. Las personas a cargo de las organizaciones deben ser capaces de medir el impacto de las decisiones laborales que realizan y trazar la visión o el camino a seguir, tomando en cuenta a esos seres humanos que se encargarán de alcanzar las metas.


El autor es PhD en Psicología Industrial Organizacional y presidente de Linterna, LLC [1]

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